Hora de ir de compras
Imagina pedir todas las cosas que necesitas para la trampa y luego que un ladrón robe los paquetes con esos elementos. Consciente de esta posibilidad, Russell decidió prevenirla y se dirigió a una tienda cercana para adquirir los artículos. No eran nada fuera de lo común, sino elementos cotidianos que no despertarían sospechas.
En una ferretería consiguió lo necesario. Sin embargo, las miradas del vendedor le hicieron preguntarse si su compra parecía sospechosa. Parecía raro ver todas esas cosas compradas al mismo tiempo. No puede ser para reparaciones en el hogar, ¿verdad? Por suerte, el muchacho no le preguntó nada y Russell pudo irse rápido y sin explicaciones.