Llamado a la comunidad
Uno de los lugareños estaba verdaderamente intrigado por el enigma de por qué los buitres merodeaban su vecindario. Siguiendo sus movimientos con determinación, este habitante logró desentrañar el misterio al descubrir la escena en el patio trasero de su vecino. Lo que vio le resultó impactante: las aves carroñeras se cernían sigilosamente sobre un tierno cachorro, que yacía atado a un árbol con apenas una diminuta casita de plástico como refugio contra la implacable nieve invernal.
El corazón del vecino se conmovió ante la imagen, y supo que debía tomar medidas para proteger al indefenso cachorro. La tarea de rescatar al pequeño amigo de cuatro patas se presentaba como un desafío emocionante, y la aventura estaba a punto de comenzar.