Espacio cálido y acogedor
La nonagenaria sonrió con deleite mientras abría la puerta a las hermanas, a quienes inmediatamente les mostró el lugar. Como había tenido mucho cuidado de que nada fuera visible desde el exterior, los hermanos se sorprendieron de que el interior de la casa estuviera tan impecablemente decorado y amueblado.

El orgullo de Joyce fue evidente en la cuidadosa selección de artículos y colores. Con cada rincón de la casa revelado, Gladys y Carla pudieron sentir el esfuerzo puesto en crear un espacio tan cálido y acogedor.

