Al hospital
Un día el policía vio que Klynn no estaba en su casa. No era algo común porque ella lo esperaba siempre para saludar alegremente. ¿Acaso no tenía que cuidar a sus hermanos hoy?, pensaba el policía para sus adentros. Algo en su interior le decía que algo no andaba bien.
Con mucha cautela entró a la casa de ella y se encontró con un panorama desolador. Klynn estaba en el piso sin poder respirar bien. Él la agarró entre sus brazos y la llevó en el coche de policía hasta un hospital. Klynn sobrevivió pero eso fue gracias a la intervención de su amigo.