Sorpresa brillante

Russell tramó una nueva estrategia que inspiraría su posterior invención de la caja con el dispositivo de fogueo del calibre 12. Su idea consistía en una caja que escondiera un globo lleno de purpurina y confeti en su interior. Al abrir la caja, el globo estallaría y el ladrón quedaría cubierto de brillo, pareciendo un auténtico payaso.
El plan sonaba bien y su mecanismo se basaba en una clavija conectada a una palanca que se activaría al abrir la caja. Sin embargo, no tuvo el impacto deseado y resultó menos efectivo de lo que Russell había imaginado. A pesar de su ingeniosa idea, los ladrones parecían no intimidarse lo suficiente.

