El malestar de Joy
En esta etapa, Amanda mostraba una mejora constante en su salud y crecimiento. La madre de Joy asumía la mayor parte de las responsabilidades en el hogar y con el bebé, ya que Joy se encontraba en un estado de profunda tristeza y debilidad. Su día se limitaba a estar en la cama, y solo se levantaba cuando era absolutamente necesario.
Roberto estuvo presente en todo momento, brindando apoyo tanto a Amanda como a Joy, además de ayudar a la madre de Joy en todas las tareas. Eventualmente, Joy tomó la decisión de buscar ayuda médica. Después de aproximadamente dos semanas de tratamiento, comenzó a sentirse mejor.