Joy y Roberto, ansiaban formar una familia. Joy, con 32 años, se encontraba en el momento perfecto para iniciar esta nueva etapa. Desde el principio, su plan no era tener una familia numerosa, sino más bien, tener un hijo que llenara sus vidas. Se entregaron con pasión a la tarea de concebir un bebé y a medida que pasaban las semanas, la ansiedad crecía y Joy decidió visitar al médico para obtener respuestas. ¿Estaba embarazada?
¿Serían padres por primera vez? Todas estas incógnitas atormentaban su mente. Con gran expectación, esperaron ansiosos para conocer los resultados de los exámenes y escuchar las palabras del profesional de la salud que les diría si su sueño de ser padres se estaba convirtiendo en realidad.