Increíble
Aunque Dan tenía una base sólida al afirmar que Diggy era un “bulldog americano” según sus documentos de adopción, los agentes de policía no se mostraron impresionados en lo más mínimo. Curiosamente, sostenían que, a pesar de la evidencia documental, Diggy era un pitbull a su juicio.

El teniente Todd Hasselbach del departamento de policía local, con una determinación que desafiaba toda lógica, declaró que “a mí me parece un hoyo”, y continuó afirmando que si hubiera visto a Dan con Diggy, “le habría impuesto una multa”. La incredulidad de Dan alcanzó su punto máximo cuando le dieron un plazo de tres días para devolver a Diggy al refugio. La situación se volvía cada vez más extraña y preocupante.

