Simon Cowell
Simón Cowell tiene un parecido sorprendente con su doppelgänger. Ambos comparten una apariencia impecable: cabello negro peinado hacia atrás, sonrisa cautivadora y mirada intensa que hipnotiza a cualquiera. También coinciden en sostener una actitud despiadada a la hora de juzgar el talento.
Ambos son maestros en descubrir estrellas y no se andan con rodeos a la hora de ofrecer su opinión. Es como si el destino hubiera creado a dos gemelos separados al nacer, cada uno destinado a conquistar el mundo con su singular carisma.