Sala de estar lujosamente elegante
Cuando Joyce condujo a las hermanas Spizzirri a la sala de estar, se hizo evidente de inmediato que le gustaban los colores tono sobre tono. Los sofás eran de color rosa claro y las paredes se complementaron con sutiles reflejos del mismo tono. Las hermanas apenas podían creer que no se hubiera llamado a ningún diseñador profesional.

La habitación emanaba una sensación de sofisticación y estilo, ya que cada mueble era un ejemplo clásico de los años 50. Sin embargo, Joyce se aseguró de que todo dentro creara una atmósfera atemporal.

