Examinando…
La casa de Joyce invitaba desde el exterior, con una valla blanca y escaleras de piedra que conducían a un pequeño pero cuidado jardín. Ambas hermanas estaban ansiosas por entrar, pero ansiosas por el posible acumulador que vivía dentro. Subieron las escaleras y llamaron a la puerta.

Mientras esperaban, se preguntaron qué secretos guardaba la casa, habiendo sido el hogar de Joyce durante siete décadas. Y debido a que el propietario solo podría compartir los buenos detalles, comenzaron a buscar cualquier indicación visible de daño.

