Más cerca de lo que parece.
Muchos autos de hoy en día y desde hace unos años vienen con una cámara retrovisora que ayuda a ver detrás de tu auto cuando retrocedes. Lógicamente debería proporcionar más visibilidad a que uno tenga que darse vuelta para poder ver.
Tengamos en cuenta que girar la cabeza puede lastimarnos el cuello, pero la realidad es que tenemos tanto ego que confiamos más en nuestros ojos que en una cámara. Los viejos hábitos son difíciles de matar, pero bueno, cada hábito se deshace con uno nuevo.