Una niña adulta
Klynn tuvo que aprender a manejarse como una mujer adulta. Ella resolvía el almuerzo para sus hermanos hasta que su mamá llegaba de noche del trabajo, cansada. Su madre no la dejaba ir al almacén del barrio porque era peligroso así que les dejaba la comida del día que compraba cerca del trabajo.
Era la hermana mayor y tenía que cargar con la vida que le tocó. Lo increíble es que como era la única vida que conocía, Klynn estaba conforme y nunca se quejaba. El gran problema era cuando la madre no les dejaba comida porque no tenía plata. En esos casos, Klynn… salía a robar.