V de venganza
Las llamadas a la comisaría de policía resultaron ser infructuosas. Las autoridades no demostraron ningún interés en los robos constantes que Russell sufría. Sin ayuda de autoridades ni nada más, Russell comenzó a pensar en qué y cómo podía atrapar al ladrón. Frustrado y enojado, decidió tomar justicia por su propia mano y concibió un plan.
La próxima vez que uno de estos ladrones de paquetes intentara robar, recibiría una lección. Russell era un individuo decidido y estaba determinado a asegurarse de que estos delincuentes se percataran de que habían elegido el lugar equivocado para cometer su fechoría. Su firme resolución y su ingenio estaban destinados a dejar una impresión duradera en aquellos que se atrevieran a infringir su propiedad.